... Empiezo a sentir ganas de vivir nuevamente.
Salí, conocí gente nueva, algunas personas me iluminaron, otras lo siguen haciendo, otras me oscurecieron y sacaron lo peor de mí en un momento de furia.
Baile, me emborraché. Me compré lo que quería, perdí lo que más quería, intento obtener lo que más quiero ahora y descubro de a poco un camino nuevo.
Se puede. A veces caigo, pero resisto. Se puede. A veces sueño, pero me despierto.
A casi un año del nacimiento de mi sobrino puedo entender que muchas cosas pueden cambiar, pero lo que nunca va a cambiar es mi escencia. Como alguien me dijo una vez: "Si subís muy rápido, así de rápido te podés caer". Y por mucho que me pese tenía razón. Así que voy a intentar subir despacio, de a poco.
Entendí que lo material ya no es lo que más importa y que hay algo más que quedarme todo el día en mi casa tirado viendo series o novelas, que la vida no es un sueño, y que si quiero realidad, tengo que salir a buscarla.
Por suerte no hay tanto dolor enfocado en el pasado. Con respecto al futuro no es tanto el dolor, sino el miedo. ¿Podré?
Sí, voy a poder. Porque soy fuerte... y para llegar a ser fuerte a veces tengo que caer algunas horas,algunos días,meses,para chocarme con el límite y decir: "Qué estoy haciendo? hasta acá llegué"...
Bien, ahora sí, es hora de seguir adelante.
martes, 2 de noviembre de 2010
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