· Sin conexión ·

domingo, 28 de noviembre de 2010

 

- Mi cuerpo, mi mente y mi alma ya no tienen conexión -

Sé qué debo hacer. Sé qué no debo hacer. Sé a qué debo aspirar. Sé qué debo sentir. Sé qué debo decir. Sé qué no debo repetir. Sé cómo tengo que ser...
Mi mente tiene en claro esto. Pero la conexión con todo lo demás falló. El lenguaje de mi cuerpo expresa algo, y mi corazón otra cosa.
Y ya casi no tengo palabras para describir esto.
Mi mente podría decirle a mi cuerpo que deje de moverse así, o que se mueva más. También podría decirle a mi corazón que deje de enviarle señales a este cuerpo tan cansado del dolor.
Fito dijo en una canción: "Aprendí a querer el perfume que lleva el dolor"... Me alegro por él, yo todavía no aprendí.
La conexión está tan desgastada entre una cosa y otra, que ya ni siquiera puedo acercarme al "pienso, luego existo". En algunos casos "siento,luego existo", en otros "existo,luego pienso"...
Odio pedir perdón, pero no por tener que hacerlo, sino por lo que me lleva a decirlo. Cometo tantos errores por seguir mis sentimientos, por seguir mis sueños... que ya no sé si es válida una de mis frases de cabecera: "El fín justifica los medios".
Alguna vez dije que tenía alma de periodista. Hoy, después de 5 años de sentirme identificado con esa frase, sé que no es así. Un periodista es objetivo, al márgen del tipo de noticia que tenga que dar. Y en mi caso, yo no tengo que dar una noticia, sino vivir ciertas cosas que no puedo manejar objetivamente.
Interferencias, cortocircuitos, fallas de conexión... Necesito repararme para poder seguir, para luego armar mi coraza.
Estoy en carne viva, y este dolor es más intenso cuando veo que las cosas no resultan como las esperaba.

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