· Enredado ·

martes, 9 de noviembre de 2010

 


Le estuve poniendo un poco de ganas a todo esto de vivir...

Gimnasio, trabajo, ocio.... proyectos de estudio...
Una vez más siento que todo se desmorona. Pero esta vez no es por haberme separado, o por haberme enterado de que mi ex está en pareja, o por cualquier otro motivo (excusa) que concierne a otra persona. Esta vez es por mí.
Sí, estoy endeudado terriblemente:
  • $3500 de facultad
  • 11 cuotas de $460 de la Notebook
  • $280 de tarjeta de crédito
Y finalmente conseguí un empleo en una empresa que trabaja para la Policía Federal.
Unos días antes de empezar a trabajar me enfermé, estoy con tremenda amigdalitis, no paro de toser, estornudar, moquear... Bueno,dejo de dar detalles... Y hoy, mi supuesto 2do día de trabajo me la pasé en la cama durmiendo y pensando.

Si preguntan "En qué?" primero debería remontarme unos años atrás a dos cuadras de mi casa, en donde se encuentra un departamento de policía. Para no confundirnos el texto, escribiré todo esto en cursiva, así separamos el pasado del presente.

Un día soleado habíamos ido con mis amigos Nicolás, Damián y Ricardo a jugar al Basquet a un lugar cerca del viejo ATC (actual Canal 7), no recuerdo bien el nombre. Al regresar a casa, despedimos a Nicolás, que debía hacer algunas cosas, por lo cual tomaría otro rumbo.
Así es como nosotros tres seguimos nuestro camino y pasamos por la puerta del departamento de Policía, situado a dos cuadras de mi casa, como les dije previamente. Mis dos amigos iban adelante mío hablando sobre... "sarasa" (ni idea), y yo cantaba, miraba los pajaritos, cualquier cosa que un boludito como yo podría hacer a los 16/17 años. En un determinado momento el policía de guardia grita: -"Che, vos! ¿qué dijiste?" . Nosotros nos dimos vuelta como para ver qué pasaba, de curiosos nomás... Y nos hablaba a uno de nosotros! Lo primero que hice fue mirar a uno de mis amigos, pensando que habían dicho algo que pudiera haber hecho molestar al pobre señor policía (?).
"NO!", vuelve a gritar, "A vos te hablo gordito, repetí lo que dijiste!" . Obviamente yo no había dicho nada, de cualquier cosa que se me pudiera haber acusado yo era inocente!! Pero, tuve tanto miedo que me paralicé. El hombre se acercó a mí, mientras yo en mi cabeza repetía la frase de "Ahora me mata,ahora me mata,ahora me mata". Me empujó y me dijo "Repetí lo que dijiste si sos tan machito,dale", y seguía empujándome. Mis amigos saltaron a defenderme y yo apenas pude decir "Suelteme,yo no dije nada." , firme pero casi con pánico. Finalmente la madre de uno de mis dos amigos tenía un puesto jerárquico elevado en la Policía y logró hacer que se disculpen conmigo (claro que eso no fue suficiente). Pero desde ese día, cada vez que debo pasar por la cuadra de ese departamento de Policías, intento cruzar y caminar por la vereda de en frente.

Habiendo contado la historia, me quedé pensando en que yo ahora trabajo con Policías, y un miedo empezó a crecer dentro mío. No sé si es un trauma de aquella vez (o de alguna otra historia situada en Martínez,en donde una docena de Policías nos interceptó a mi amigo Facundo y a mí y nos apuntaron con muchas armas de fuego creyendo que éramos ladrones robándole a un taxista), o qué, pero lo que sí sé es que no quiero volver a ese lugar.
Lo que sí veo es que se repite una vez más la historia. Más allá del "miedo" a los Policías, un trabajo más que quiero dejar... Y este trabajo me iba a permitir un montón de cosas, no sólo pagarme deudas, sino pagarme la facultad y hasta la entrada de mi propio cumpleaños...

Sé que algún día hay que enfrentar los miedos, sé que no puedo vivir dejando los trabajos que me surjen. No sé qué es lo que me está pasando, no sé por qué no puedo dormir de noche, no sé por qué siento estas ganas inmensas de trabajar solamente de lo que a mí me guste -sin sacrificar en el medio otras cosas-. Hago una introspectiva y veo huecos vacíos, como si fueran lecciones sin aprender, cosas que todo el mundo tiene incorporado, y que yo todavía no me animo a poner en práctica, porque ni siquiera las siento... Ni siquiera siento esa motivación de tener que trabajar para pagar mis deudas. Y lo peor de todo, es que hasta hace 5 días, esa motivación SI existía.

Si de algo estoy cansado es de que me presionen, de que me reten por cada decisión que tomo, de que nadie se siente 5 minutos a escucharme y decir "Fede, te entiendo"... por más que no lo hagan, de última decirme: "Fede, no te entiendo, pero hagas lo que hagas te apoyo".A veces uno necesita eso.

Hasta hace unos días mi cabeza había desenredado muchísimos nudos... Siento que SOLITO hoy me volví a enredar, como si fuera un plato de fideos.

Hay muchísima gente que no tiene trabajo, y hoy yo consigo uno y no lo valoro. ¿Por qué ni siquiera siento esto que digo? ¿Será como dice mi mamá, que no le doy valor a las cosas? Si es así, ¿cuando le daré el valor que se merecen?

Hijo o no hijo del rigor, estoy cansado de mí mismo, y el que haya llegado leyendo hasta acá, gracias.

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